¿Dónde está
ese reloj que aceleraba
el tiempo
cuando estaba contigo?
Donde estoy ahora,
los días pasan
lentamente
y las noches no tienen
fin.
¿Dónde está todo
lo que ya no tengo?
Palabras, la más inagotable fuente de magia.
¿Dónde está
ese reloj que aceleraba
el tiempo
cuando estaba contigo?
Donde estoy ahora,
los días pasan
lentamente
y las noches no tienen
fin.
¿Dónde está todo
lo que ya no tengo?
Bonita forma la de tus versos, Teresa. Sencillos, profundos, eternos…
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Ya sabes que yo soy directa con la poesía. Así se llega antes al corazón. Como una flecha.
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Leerlo con un te en las manos y cerrar los ojos para recordar….
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Me maravilla leer eso.
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Es curioso, acabas de acertar con lo que yo pensaba!!!
😊😊😊😊
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¡Entonces estamos en sintonía!
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Nada es eterno. La brevedad siempre es más.
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A veces no queremos que lo bueno sea breve, precisamente porque es bueno, pero desde una perspectiva general del tiempo, resulta que hay cosas que es mejor que sean así: breves.
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La melancolía al saber que hermosos momentos se escapan como arena de nuestras manos.
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🙂 🙂
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