Búsqueda

Creí,
por un instante,
que la soledad ya no tenía excusa
para quedarse.

Llegaste
y en ese momento decías que te ibas,
sin pensar que podríamos querernos
por siempre.

Aun así, te busco entre la niebla,
en los valles espinosos,
en los páramos deshabitados,
mientras se clavan aguijones en mis pies
y se desgarra mi alma,
mientras tu leve recuerdo
me atormenta y me calma.

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